Museo Arqueológico Nacional

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Fotografía fondo: 1990/142/1

Foto: Ángel Martínez Levas

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Inventario	1990/142/1
Clasificación Genérica	Instrumentos musicales
Objeto/Documento	Violín
Materia/Soporte	Madera Carey Marfil Tripa Metal
Dimensiones	Longitud máxima = 38 cm; Altura máxima = 7,20 cm
Descripción	Violín sin trastes y de caja estrecha. Corresponde al tipo llamado pochette, de faltriquera o de maestro de baile, el instrumento de cuerda más pequeño entre los existentes. El clavijero, como es habitual en los instrumentos de cuerda medievales, renacentistas y barrocos, tiene una cabeza como remate, en este caso la de una mujer cubierta con una toca. La caja y el cuello constituyen una sola pieza por entero cubierta con una decoración retrógrada por la técnica de talla cubriente y por la iconografía de los motivos ornamentales. El cuello está recorrido por tallos ondulados entrelazando figuras de aves y cuadrúpedos. En la caja hay varias escenas o motivos religiosos, entre ellos Eva y la serpiente, el Bautismo de Cristo, el Cordero de Dios debajo de filactería con la inscripción Agnus Dei y la Fuente de la Vida. Su significado alude a la redención del Pecado por Cristo, alegoría que se completa con dos seres mitológicos que personifican el Mal: un centauro-sagitario que ha cazado una sirena, una mujer desnuda sentada de espaldas sobre el lomo del centauro que lleva con la mano una flecha, escena que desriva de la representación de los mismos seres híbridos en los captieles románicos como símbolo del amor erótico y del vicio o pecado de la Lujura. En conclusión, estos y los restantes motivos o escenas ornamentales tallados en la caja del violín tienen una estrecha relación con los Bestiarios y la decoración escultórica de los templos medievales. Catalogado por Cristina Bordás como posible obra alemana de mediados del siglo XVII, la forma acampanada de la base es similar a la de las cítaras realizadas en Hamburgo hacia 1660. También es típica de los pochettes alemanes o centroeuropeos la combinación de madera, marfil y concha de tortuga o carey. Ha sido restaurado y no conserva las cuerdas originales. El violín de faltriquera se tocaba en su origen con tres cuerdas como el rabel, del que se considera una derivación. Fue popular entre los músicos callejeros de la Edad Moderna pero también fue utilizado por músicos de las cortes europeas. Sirvió como símbolo de status a los maestros de danza que lo empleaban para marcar el ritmo de los pasos. Al igual que otro violín tipo pochette conservado en el Museo Arqueológico Nacional, perteneció entre 1875 y 1889 al Museo Anatómico (llamado Antropológico) del doctor Pedro González de Velasco. Fue trasladado al M.A.N. en 1892.
Inscripciones/Leyendas	Caja, en filactería EC[C]E A[G]NVS DEI
Datación	1640[ca]-1750[ca]
Contexto Cultural/Estilo	Edad Moderna
Lugar de Producción/Ceca	Alemania
Catalogador	Edad Moderna

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